13
Padre Celestial, ahora estamos acercándonos al gran poderoso Trono de Dios, como seres mortales en un cuerpo natural, sin embargo nuestras voces hablan las palabras que llegan ante este gran Trono en algún lugar en las otras dimensiones donde está sentado Dios. Porque Jesús dijo: “Todo lo que pidiereis al Padre en Mi Nombre, Yo lo haré”. Y Él nos pidió que no dudáramos, sino, que cuando oráramos, que creyéramos que recibimos aquello que pedimos, y nos sería concedido. Dijo: “Incluso puedes decirle a este monte, ‘Quítate’, y no dudes en tu corazón, sino cree que lo que has dicho acontecerá, y puedes tener lo que has dicho”. Padre, sabemos que eso es tan cierto. Lo vemos día tras día, y no hay error en Tu Palabra. Es porque no podemos estar en ese punto, algunas veces nuestra fe no nos eleva hasta allí; nos frustramos
y dudamos. Pero en esta mañana, estamos tratando de venir, Señor, con una nueva esperanza, aferrándonos a esa línea de Vida de Cristo y a Su promesa. Y estamos entrando a la Presencia de Dios por medio del Nombre de Jesús.
14
Señor, estoy seguro que Tú conoces todas las peticiones que fueron dadas a conocer debajo de las manos que fueron levantadas en esta mañana. La mía también fue levantada, y está constantemente levantada a Ti, Señor, porque yo soy una persona necesitada. Y yo ruego que Tú concedas cada petición. Fíjate en ellos, Señor, y responde a sus peticiones, desde el más joven hasta el más anciano, desde la mínima de las peticiones hasta la petición más grande. Entonces Padre, responde a cada una. Te lo pido en el Nombre de
Jesús. Luego Señor, recuerda la mía. WMB.
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